sábado, 30 de julio de 2011

Monserrat Cultural Nº 43

Imagen de Tapa:"Antena" de Lora Delena

Editorial

Diversión, el arma silenciosa.
El arma del silencio es un tipo de arma biológica. Ataca la vitalidad, la capacidad intelectual y la movilidad de los individuos de una sociedad, mediante la manipulación y la desintegración del  entramado social,. Este tipo de arma es utilizada por la mayoría de las naciones en lo que se conoce como “guerras de baja intensidad”.
La experiencia ha mostrado que el método más simple para volver eficaz una arma silenciosa es ganar el control, manteniendo a las personas ignorantes de los principios básicos del poder. Esto se logra generando confusión y desorganización en la población, distrayéndola con temas sin importancia real. Así es como se manipulan los pensamientos, desplazando las necesidades personales hacia prioridades fabricadas (la moda y la tecnología contribuyen especialmente a ello).
Esto evita el interés, el posible descubrimiento de las armas silenciosas y del fomento del automatismo social como herramienta de control mundial.

¿Cómo se aplica el arma silenciosa?
-Desarrollo del egocentrismo, el individualismo, el “no te metás”(inducidos todo el tiempo mediante los medios masivos de comunicación), asociados a la idea de bienestar.
-Bombardeo constante de escenas de violencia, guerra y sexo por parte de los mismos medios. (El miedo paraliza a las personas y no les permite pensar claramente, y el deseo las desvía de la búsqueda de valores dignificantes).
-Oferta excesiva de lo que la mayoría desea: "comida chatarra" para la mente y el espíritu, con lo que se reemplazan las necesidades por deseos. (Sucede con las drogas de bajo costo como el paco: mantiene pasiva a una gran masa de gente que podría cambiar el curso de la historia -sobre todo la personal- si descubriera su poder, y de paso los destruye a muy bajo costo).

La regla general de este tipo de arma es que siempre hay ganancia en la confusión: a mayor desentendimiento de las personas sobre el poder político, mayor provecho para los que controlan el sistema de poder. Así, la mejor estrategia es crear problemas, para luego ofrecer aparentes soluciones. (Un claro ejemplo a nivel mundial fue la “pandemia de gripe porcina”).
Por suerte, el botón de apagado de cada pantalla permanece aún en cada hogar. La decisión de someterse a este sistema o de cambiarlo aún está en nosotros.

El editor

Poesía porque sí

Acostados en un sillón debajo de la autopista,
no hacen más que preguntarse
para que vinieron a este mundo
y leen algun diario,
alguna historieta,
o un libro robado, o encontrado.
Los ariscos pasan en colectivo
escuchando música
creyendo formular neuronalmente
alguna que otra teoría
de la justicia, y el merecimiento
que tienen de tener casa, o dormir en la calle.
Algún dia van a escapar todos
del gran laberinto entretejido
por los medios y la costumbre.
Cuando no queden más veranos donde esconderse,
ni inviernos donde llorar,
las manos serán tan intangibles
como el concepto de libertad.
Eso será la libertad.


La verdad de la manzana

La manzana despertaba.
Quiza no fue buena idea comerla, pero despertaba.
Por eso crece en los árboles.
Por eso se cae cuando madura.
Por eso el hombre sentado la ve caer.
Por eso la patea.
Por eso la imita.
Porque el hombre es la manzana,
y de a poco cae,
madura,
y se descubre.
Ignacio Escobio
   
nachoescobio@hotmail.com
http://eserinconapartado.blogspot.com/

EL TIEMPO

Por: María Elena Mittelman

Estoy enojada con el tiempo, siento que me está estafando.

Yo sé que la vivencia del transcurso del tiempo es subjetiva e intransferible, y que no existen parámetros para medirla. Pero mal que bien, cuando se habla de un año, de una vuelta alrededor del sol, de un regreso al punto de partida del horóscopo, de haber pasado por otros dos solsticios y equinoccios, uno se hace a la idea de un lapso razonablemente largo, que no puede abarcarse como si fuera un instante.

Un año es un tiempo que incluye muchos días y noches, encuentros, olvidos, libros, melodías, lluvias, riesgos, sueños e insomnios, aromas, dolores, uñas rotas, miradas ensimismadas, olor a café por las mañanas, un timbre imprevisto, palabras sedientas de palabras, desesperaciones por esperar y por no esperar, voces que llegan y voces que no llegan, agua fresca y el calor del fuego, alguna risa incontenible, alguna lágrima, una orquídea nostálgica, una casi infinita gama de silencios, en fin....

Pero no sé qué fenómeno macabro lleva a que todo eso se triture, se deshaga, se compacte, se pulverice, y quede reducido a algo casi imperceptible, apenas una vaga e inestable creencia....Aquí es nuevamente primavera, y mi primavera anterior comenzó ayer, o como mucho la semana pasada, y tengo la certeza de que el ramillete de jazmines que he comprado hoy, estará aun blanco y fresco cuando comience la primavera próxima.

Sucede como en los cuentos para niños, nos ilusionan con magos, duendes, hechizos, y también nos vendieron el cuento de que el tiempo transcurre prolija y mansamente a nuestro lado, y es mentira..., corre salvaje, mucho más adelante, se va , se escapa, se pierde de vista...., y de pronto ya dio toda otra vuelta, y nos sorprende apareciéndose de pronto por la espalda, haciéndonos una morisqueta, poniéndose por un instante a la par de nosotros, y así....., cada vez mas rápido, gira y gira vertiginosamente en derredor ......

Me estafaron, me dijeron que la vida es larga.

También sé que no es cuestión de tanta queja, que a veces te roban porque te dejás robar, te olvidan porque no hacés nada para que germine el recuerdo. Y entonces me pregunto qué hice, o qué no hice, para que el tiempo me estafe con tanta impunidad.. Y también me pregunto qué sistema antirrobo, qué ingeniosa alarma podría instalar en mi cerebro, en mi sangre, en mis insomnios, para agarrarlo al ladrón con las manos en la masa, y encerrarlo, e impedirle que siga mareándome con sus aceleradas vueltas.Qué bueno sería condenarlo, obligarlo a que de ahora en más respete mi ritmo, me acompañe, sea mi amigo, camine serenamente junto a mí.

Aunque sospecho que no existe el juez que dicte esa condena. No es que quiera lavarme las manos, y echar culpas , pero me parece escuchar una risita burlona que proviene del rincón de los jazmines, y me parece ver cómo las agujas del viejo reloj a cuerda apenas disimulan sus provocativas piruetas, y la conocida foto familiar en blanco y negro se vuelve monstruosa, demasiadas caras inquietantemente parecidas a la mía y sin embargo ajenas, y yo misma cristalizada en mi sonrisa un poco boba a los 6 años, todos iguales, los vivos y los muertos, todo se abalanza y destruye cualquier utópico pensamiento mío de soborno, de penitencia, de perdón…

Recién era todo tan nítido y diferenciado..., y de pronto los jazmines blancos, el reloj verde, los grises de la foto que nunca llegan a ser del todo negros o del todo blancos (hasta eso del blanco y negro es mentira), terminan siendo una única masa absurda, cada vez más homogénea e informe, licuándose, derramándose, inundando en mí cualquier resquicio de esperanza o de memoria.