sábado, 28 de septiembre de 2013

Microrelatos


Microrelatos

Obsesiones
Por: Hernán Rosker

Todos los escritores tienen una eminente obsesión por la clasificación. Borges, por ejemplo, catalogaba sus libros de acuerdo a la nacionalidad de los personajes. Connan Doyle por el peso y la altura del autor. Víctor Hugo por el bello facial de los protagonistas.
Quizás el más resonante caso sea el de Polisemio Antojo. Polisemio catalogaba sus libros de acuerdo a la cantidad de palabras. Las aventuras del Ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha: 1.753.281 palabras; La Ilíada: 87.637,402: Historia de dos ciudades: 157.364,521; Los miserables: 168.438.926; etc.  
Una vez, su colega Ramón Del Todo Perdido, le trajo una inquietud. Qué sucedía con los libros traducidos. La longitud de una frase varía porque las reglas gramaticales no son las mismas en cada lengua. Polisemio pareció despertarse de un profundo letargo. Se quedó pensando de lleno en el asunto.
Desde entonces, Polisemio se dedicó a encontrar en su idioma original todos los libros extranjeros que había leído, para reclasificar sus libros. Tal obsesión por la búsqueda de libros en su idioma original lo mantuvo en vilo toda la vida.
En el final, llegó a decirle a Ramón: “Todo cuanto he leído era mentira”.

Relámpagos
Por: Hernán Rosker

Dichosos los que imaginan.
Los que crean el mundo y rechazan lo heredado.
Un solo mandamiento debemos cumplir: adelantarse a lo que viene.
Descubrir lo que aún no fue descubierto.

***
Todo empezó con una gran explosión, a la que llamaron big bang.
Pero, ¿qué originó el big bang?
Y ¿qué había antes del big bang?
¿Nada?
Nada sale de la nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario