viernes, 29 de abril de 2011

Editorial

Leyendo una revista encontré este cuento que representa muy bien algunas conductas y reacciones que muchos constatamos cotidianamente. Lo comparto con ustedes, esperando que se multiplique en todos la actitud del zapatero.

El editor

La verdadera importancia
Por: Paulo Coelho


Jean paseaba con su abuelo por una plaza de París. A determinada altura vio cómo un cliente increpaba a un zapatero por determinado defecto que presentaba su calzado. El zapatero escuchó con calma las quejas, pidió disculpas y prometió reparar el error.

Pararon para tomar un café en un bar. En la mesa de al lado, el camarero le pidió a un hombre que moviese un poco la silla para hacer espacio. El hombre soltó toda una retahíla de improperios, y se negó.

-Nunca olvides lo que acabas de ver – le dijo a Jean su abuelo -. El zapatero aceptó las reclamaciones, mientras que este hombre de nuestro lado no ha querido moverse. A los hombres útiles, que hacen algo útil, no les incomoda que los traten de inútiles. Pero los inútiles siempre se creen importantes, y esconden toda su incompetencia detrás de la autoridad.

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