martes, 5 de mayo de 2009

El entorno del mito: Los héroes no son un mito

Por: Clara Gorostiaga


Es lindo encontrarse con acciones heroicas, realizadas en la sencillez en el mundo cotidiano que nos rodea.
Characato es un pueblito diminuto a 1300 metros de altura en medio de la soledad de la sierra cordobesa. Zona cruzada por abundantes ríos que se mantiene siempre verde frente a cualquier sequía. Cuando en los cerros hay tormenta, el agua se derrumba por los cauces de manera sorpresiva y anega los vados usados habitualmente para cruzar.
Esto fue lo que sucedió hace unos días en las últimas horas de la tarde. Una camioneta con turistas se apresuró a cruzar el río Avalos antes de que anocheciera sin saber la dificultad de la maniobra. El vehículo erró la huella y fue arrastrado cincuenta metros aguas abajo. Uno de los pasajeros era un hombre mayor, imposibilitado de caminar. En la mitad del río el agua entraba en la camioneta y ya había cubierto buena parte de los asientos. Sobre las dos orillas se encontraban varios vehículos estacionados esperando que el agua bajase y desde allí llamaron a los bomberos de la zona. Cuando éstos llegaron vieron que el trabajo era imposible de realizar.
Entre la gente del lugar que acudió había una chica de catorce años a caballo. Se metió en la correntada sin vacilar hasta llegar adonde estaba la camioneta varada y les pidió que trataran de sacar al paralítico por la ventanilla para subirlo en ancas. Entre todos lo empujaron y el hombre tuvo que colgarse de ella como único medio para salir. Ella sostuvo el peso sin moverse hasta que él estuvo sobre el caballo y lo sacó a tierra firme.
Era la hora de la siesta del día siguiente. Una chica llamó a la puerta del hotel para buscar la ropa que lava habitualmente. Era ella, Jorgelina, vestida con sus jeans ajustados y su sweater de colores, delgada, linda y fuerte. Se fue caminando con paso elástico, la bolsa blanca de la ropa en una mano y en la otra el reproductor de música que uno de los pasajeros de la camioneta le había sostenido para que no se le estropeara con el agua.


Fuente: www.culturar.com

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