miércoles, 27 de octubre de 2010

Ecología y Salud

Por: Antonella Perasso y Lidia Perasso

LA SALUD: UNA META INALCANZABLE

En 1958, la Organización Mundial de la Salud definió a la salud como el completo estado de bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Vivimos en constante interacción con el ambiente, recibiendo influencias favorables y desfavorables, de las cuales dependerá nuestra salud o enfermedad. Así, la salud es concebida como mucho más que la mera ausencia de enfermedad.
Para experimentar bienestar, el ser humano deberá satisfacer las necesidades percibidas como imprescindibles y saciar sus aspiraciones más íntimas en un ambiente que le transmita tranquilidad y seguridad. Sin embargo, los condicionamientos del ambiente no lo permiten.
Es sabido que en ambientes hostiles se pierde el sentido de la existencia. El psicólogo alemán Viktor E. Frank realizó observaciones en un campo de prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial acerca de las reacciones del hombre sometido a las influencias del ambiente especial de un campo de concentración. En sus conclusiones expresó lo siguiente “ la vida del prisionero se asemeja a la de un cadáver viviente ”, debido a su adaptación a una existencia sin futuro. Señala también la importancia de una meta hacia el porvenir como necesario sostén anímico del hombre.
Pero ¿Tenemos porvenir? La existencia de una vida sin ser “vivida” se puede observar en el caso de los internados del sanatorio pulmonar en el libro “La montaña mágica” de Thomas Mann que no conocen la fecha de alta y viven una existencia igualmente carente de porvenir.
Las situaciones de pobreza pertinaz, de deseos insatisfechos, de incertidumbre y temores determinan falta de alegría, irritabilidad, carácter hosco y apatía.
Los noticieros de la TV o la lectura de los diarios nos muestran día a día secuestros, robos, rehenes, asesinatos, robos que incluyen hasta amputaciones de dedos; conductores desaprensivos que van a excesiva velocidad y/o alcoholizados, etc. Estas son algunas de las circunstancias, entre muchas otras, que diariamente nos toca vivir. Esto determina una permanente percepción de amenaza y al ser constante, hacen que la salud, tal como la definió la O.M.S., sea muy difícil de lograr.

Fuente y consultas: lidiarosaperasso@yahoo.com.ar

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