lunes, 3 de marzo de 2014

Frases de reflexión de Nelson Mandela




Ante todo soy un optimista.
Si eso es algo que me viene de forma natural o aprendida, no lo sé. Parte de lo que supone ser optimista es siempre dar pasos hacia adelante, hacia el sol. Hubo muchos días en los que mi fe en la humanidad fue duramente puesta a prueba, pero siempre tuve claro que bajo ninguna circunstancia me rendiría a la desesperación, pues ese es el camino que lleva a la derrota y muerte.

La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia.

Nadie nace odiando a otra persona a causa del color de su piel, origen o religión.
La gente aprende a odiar, y puesto que eso es posible, también lo es que aprendan a amar, algo que es mucho más natural para el corazón humano.

La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación como la hija de un campesino puede convertirse en médico, el hijo de un minero puede convertirse en el jefe de la mina, o el hijo de trabajadores agrícolas puede llegar a ser presidente de una gran nación.

Una buena cabeza y un buen corazón formarán siempre una maravillosa combinación.

He aprendido que la valentía no es la ausencia del miedo, sino que es el triunfo sobre el miedo. Valiente no es quien no tiene miedo, sino el que logra conquistar sus temores.

Un ganador es un soñador que nunca se da por vencido.

El reto más importante que podamos tener por delante es establecer un orden social en la que la libertad del individuo suponga verdaderamente libertad para el individuo.

La libertad es inútil si la gente no puede llenar de comida sus estómagos, si no puede tener refugio, si el analfabetismo y las enfermedades siguen persiguiéndoles.

Dejad que la libertad reine. El sol nunca ha iluminado un logro humano más glorioso.

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