martes, 30 de noviembre de 2010

Poesía porque sí

Hoy: Edith Vera



Estamos
aquí
acurrucados,
para dejar
espacio
al vuelo
de los pájaros.




Una vez que se ha pronunciado
la palabra amapola
hay que dejar pasar algo de tiempo
para que se recompongan
el aire
y nuestro corazón.



Retorna de la tierra
la violeta.
Un secreto de agua y de raíces
del oscuro y muy claro origen de las cosas
se presiente en su aroma.




Despierta el campo
porque en su simple corazón de niño
ha florecido el trébol.
Desde su pecho verde
transparente aleluya se eleva como los pájaros.

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