miércoles, 8 de octubre de 2014

Microrelatos


Tiempo

"Este es un consejo para los que todavía guardan su tiempo, para los que nunca han perdido nada y no saben cómo perderlo. Es preciso saber que para perder el tiempo, antes de perderlo uno tuvo que haberlo guardado, dado que todo lo que alguna vez hemos perdido es eso que alguna vez hemos guardado. Por esa sencilla razón no hay razón para guardarlo. Ahora ve, métete en tu cuarto, revisa tus cajones, búscalo en tu TV, entre las sábanas de tu cama o debajo de ella, toma todo tu tiempo y sácalo de donde-sea-que-lo-hayas-guardado. Lleva todo tu tiempo contigo, en tus uñas, en tu ombligo, en tus cabellos y en tus pies, o en los pies de tus brazos, quiero decir en tus manos. Tras sucesivos intentos por perder el tiempo que aun conservábamos guardado quién sabe dónde, después de vastas experiencias fallidas, hemos llegado al descubrimiento de que la forma más eficaz de perder el tiempo es bailando. Así que si aún conservas tiempo guardado...piérdelo, piérdelo todo, piérdelo a conciencia, disfrútalo, baila...¿O acaso no es eso lo que hacen los tornados? Ahora ya lo sabes, el tiempo nació para ser tiempo tanto como tú para ser tú, y es un deber galindo no guardar tu tiempo, no guardarte. Recuérdalo: si jamás te guardas, entonces no habrá forma de que te pierdas de ti.
¡A sersererse!"

Extraído de “Don Galindo y el tornado”, de Gastón Ganza.

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